El pescado es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico y contiene ácidos grasos buenos como el Omega3.

Se trata de un alimento que resulta muy beneficioso para todo ser humano, da igual que sea adulto o niño. Sin embargo, es bastante difícil que los niños consuman pescado. No sabemos si es el olor que desprende, o la forma que tiene, pero se vuelven bastante reticentes a la hora de comer pescado.

¿Qué hacemos cuándo esto ocurre? ¡No desesperes! Desde el Mercado Municipal de Motril tenemos la solución a este problema tan común.

Quitale las espinas

Una de las razones principales por las que los niños no comen pescado es por las espinas que contiene. Es tan fácil como darles pescado sin espinas. Escoge mero, atún o  merluza, son pescados deliciosos que no tienen nada de espinas.

Modifica la forma

A veces lo más efectivo eshacer que el niño no se de cuenta de que come pescado. Los niños comen con los ojos, es decir que si algo no les entra por la vista automáticamente van a negarse a probarlo diciendo que no les gusta.

Un truco que puedes hacer es incorporar pescado a otros platos más atractivos como macarrones o lasaña. De esta manera los niños ingieren pescado sin darse cuenta y su paladar se va acostumbrando a la mezcla de sabores.

Hazles partícipes

Probablemente has escuchado que los niños son más propensos a probar una nueva comida si han ayudado a cocinarla, pero ir con tus hijos al mercado es también una buena manera de motivarlos a probar nuevos alimentos. Es muy conveniente que ellos escojan el pescado, así creen que tienen el “poder” y que ellos mismos han elegido que comer.

Sé su ejemplo

Lo que tú comes, importa más de lo que piensas. Lo que tu hijo observe que comes tendrá un impacto en sus propios hábitos, especialmente si estás intentando decirle de otra manera que las verduras pueden ser deliciosas. Esto significa que si te ve comer pescado con buena cara, no estará tan reticente a probarlas él.

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